quinta-feira, 3 de junho de 2010

Metodo Comunicativo

o Método Comunicativo é uma abordagem no ensino de línguas que prima pelo foco no sentido, ou seja, no significado, na interação entre os falantes, sua intenção e funções língüísticas. O ensino de paradigmas gramaticais fica em segundo plano ou é inteiramente suprimido.
Numa aula por este método, o professor age como coordenador e facilitador da aprendizagem, providenciando materiais e circunstâncias para que o aluno pense e interaja na língua-alvo. Normalmente são realizadas tarefas em pares ou grupos, colaborativas ou dramatizações.
O objetivo do método comunicativo é criar condições que ajudam na aquisição de um desempenho real numa nova língua através da prática com atividades que simulam uma interação verdadeira sobre tópicos reais e preferencialmente conflituosos. [1] [2]
Um ponto forte é que este método se foca na capacidade do aluno em transmitir as suas idéias na língua alvo.
Um problema que pode ocorrer é que professores da mesma região ou origem que os alunos, entendem facilmente todos os erros que os estudantes fazem, porque estão acostumados com estes erros. Isso pode fazer o ensino da língua pouco eficiente. [2]
O Método Audiolingual é um dos diversos métodos existentes para o ensino de língua estrangeira, cujo objetivo é levar o aprendiz a comunicar-se na língua em estudo através do condicionamento e da formação de novos hábitos lingüísticos.
Uma das premissas básicas do método é que primeiro o aluno deve exercitar as habilidades orais ( ouvir e falar ), e só posteriormente, em uma segunda fase, as habilidades escritas ( ler e escrever ). Isso porque o aprendiz só pode ser exposto à escrita quando os padrões da língua oral já estiverem internalizados e automatizados.
A maior ênfase é nas estruturas lingüísticas, que são apresentadas em ordem de complexidade (scaffolding), cuja aprendizagem se dá por repetição e imitação. No nível elementar o vocabulário é limitado e controlado, para evitar a ocorrência de erros. Esse método baseia-se na teoria behaviorista ou comportamental (estímulo – resposta), e como tal, o erro é um reforço negativo a ser evitado.
Numa típica lição audiolingual, um diálogo é apresentado frase a frase; os alunos as repetem individualmente e em coro, até que o diálogo seja memorizado. As amostras de linguagem são cuidadosamente escolhidas, sendo dada preferência a fitas gravadas por falantes nativos, pois a amostra deve ser “perfeita”. A pronúncia nativa é exaltada e buscada a todo custo.
Recortes do diálogo são selecionados como “modelos” para exercícios de repetição e substituição, chamados “drills”.
Não há momentos de reflexão sobre gramática, pois se acredita que nesse método o aprendiz aprende por indução e pela repetição, e não por análises e explicações gramaticais.

domingo, 21 de março de 2010

chistes

Un hombre vuela en un globo, cuando de repente, se percata de que esta perdido, maniobra y desciende lentamente hasta que divisa a alguien en
la calle y le grita:

- !Disculpe! ¿Podría Vd. ayudarme? he quedado a las dos con un amigo, llevo media hora de retraso y no se donde me encuentro.

-Claro que si, le contesta, se encuentra Vd. en un globo de aire caliente flotando a unos treinta metros de altura, entre los 40 y 43
grados de latitud norte y entre los 58 y 60 grados de longitud oeste.

-Es Vd. ingeniero ¿verdad?, pregunta el del globo

-Sí señor, lo soy ?Cómo lo adivinó?

-Es simple, porque todo lo que ha dicho es técnicamente correcto, pero prácticamente inútil. Continuo perdido y voy a llegar tarde a mi
cita por que no se qué hacer con su información.

- ¿Y Vd. es jefe?

-Sí señor, ¿cómo lo ha sabido?

-Es muy simple. No sabe ni donde esta, ni para donde va, ha hecho una promesa que no puede cumplir y espera que otro le resuelva el
problema.

De hecho se halla exactamente en la misma situación en la que estaba antes de encontrarme... salvo que ahora, por alguna extraña razón..¡La culpa
Es mía!..

SABIA LA MAMÁ
Esto para que nos demos cuenta de lo difícil que es engañar a las madres en según que asuntos...
Paquito invita a su madre a cenar una noche en su apartamento de soltero. Durante la cena la madre no pudo por menos que reparar en lo hermosa que era Lourdes, la compañera de apartamento de su hijo. Durante mucho tiempo ella había tenido sospechas de que su hijo tenia relación con Lourdes y, al verla, la sospecha no pudo sino acrecentarse. En el transcurso de la velada, mientras veía el modo en que los dos se comportaban, se pregunto si estarían acostándose. Leyendo a su madre el pensamiento Juan le dijo:"Mama se lo que estas pensando, pero te aseguro que Lourdes y yo solo somos compañeros de apartamento". Aproximadamente una semana después, Lourdes le comento a Juan que desde el día en que su madre vino a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata para servir la sopa. Juan contesto que, dada la posición de su madre, dudaba que se lo hubiese llevado pero que la escribiría una carta. Así que se sentó y escribió: " Querida mama: No estoy diciendo que tu cogieras el cucharón de plata de servir salsas pero tampoco estoy diciendo que no lo cogieras, pero el hecho es que este ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a casa". Unos días mas tarde, Juan recibe una carta de su madre que decía: "Querido hijo: No estoy diciéndote que te acuestas con Lourdes o que no te acuestas con Lourdes, pero el hecho es que si Lourdes se acostara en su propia cama, ya habría encontrado el cucharón de plata para servir salsas. Que puse bajo la almohada. Con todo cariño, Mama".

EL BORRACHO
Un borracho que olía a vino por los cuatro costados se sube a un colectivo y se sienta con su roñoso bolso y un diario viejo al lado de un cura. Saca una petaca con
ginebra y se toma toda la que queda... Satisfecho, agarra el diario y se pone a leer. El cura finge que el borracho no existe y disimula su incomodidad. Al rato, el borracho
mira al cura y le pregunta:

"¡Oiga buen hombre! ¿Puede decirme qué cosas causan artritis?"

El cura, molesto, le responde en tono sarcástico:

"Ciertamente la vida relajada, el andar frecuentando mujeres mundanas, los excesos con el alcohol y todas esas porquerías..."

"¡Dios me libre!", responde el borracho, volviendo a su lectura.

El cura, pensando en lo que dijo al pobre infeliz, decide disculparse y le dice en tono comprensivo:

"Disculpe usted, no quise ser tan rudo... ¿Desde cuándo sufre de artritis?"

"¿Yo? ¡No, yo nunca he padecido de artritis, padre! Sólo estaba leyendo en éste diario que el Papa la sufre desde hace unos meses."
CANIBALES
Un grupo de caníbales fue contratado por una gran empresa ¡Ahora formáis parte de un gran equipo! - dijo el responsable de RRHH durante el acto de bienvenida - Disfrutareis de todos los beneficios de la empresa;
por ejemplo: podréis ir a la cafetería a comer algo. Pero, por favor, ¡no os comáis a los otros empleados!.
Cuatro semanas más tarde, el jefe de los caníbales los llamó: * Estáis trabajando muy duro, ¡estoy muy satisfecho!, pero una de nuestras secretarias ha desaparecido. ¿Alguno sabe que la ha podido pasar?. Todos los caníbales negaron con la cabeza.
Después de que el jefe se fuera, el líder caníbal dijo a sus caníbales: * ¿Quien ha sido el idiota que se ha comido a la secretaria?. * Tras lo cual una mano entre el grupo se levanto tímidamente. * ¡¡¡Tu eres tonto!!!, cuatro semanas comiendo gerentes y nadie ha notado nada, ¡¡¡pero no!!!, tu tenías que comerte una secretaria

EXPLOSION QUIMICA
Un padre vuelve a casa y su hijo menor llora desconsoladamente.

- ¿Por qué lloras, hijo?
- Es que el Director del cole se ha enfadado conmigo porque he provocado una explosión con los
experimentos de química.
- No te preocupes hijo, mañana vuelves al colegio y como si no hubiera pasado nada.

- ¿Colegio? ¿qué colegio?

sábado, 20 de março de 2010

Castellano o Español

@LENGUA CASTELLANA - LENGUA ESPAÑOLA - LENGUA LATINA
¿Español o Castellano? Esa es una cuestión que le trae al alumno del idioma español muchas dudas. En algunos casos no se le dice realmente de dónde ha surgido el idioma y tampoco se hace referencia a esta historia. Por detrás de este idioma hay mucho que saber y aprender. En esta recopilación de datos, este artículo está bastante completo y hace referencia a muchas cosas y términos que son importantes para conocer un poco de esta historia.
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ORIGEN Y NOMBRE
El castellano se originó como un dialecto del latín en las zonas limítrofes entre Cantabria, Burgos, Álava y La Rioja, provincias del actual norte de España, convirtiéndose en el principal idioma popular del Reino de Castilla (el idioma oficial era el latín). De allí su nombre original de idioma castellano, en referencia a la zona geográfica donde se originó. La otra denominación del idioma, español, procede del latín medieval Hispaniolus o más bien de su forma ultracorrecta Spaniolus (literalmente: "hispanito", "españolito"), a través del occitano espaignol.

Con la conquista de América, que era una posesión personal del monarca de Castilla, el idioma castellano se extendió a través de todo el continente, desde California hasta la Tierra del Fuego. En esa época no existía España como entidad unificada, sino una unión dinástica de varios reinos y territorios con grados diversos de autonomía: la Corona de Castilla, los reinos y territorios de la Corona de Aragón y el reino de Navarra.

El original idioma castellano derivó luego en numerosas variantes dialectales que, si bien respetan el tronco principal, tienen diferencias de pronunciación y vocabulario. A esto hay que agregar la influencia de los idiomas de las poblaciones nativas de América, como el aimara, náhuatl, guaraní, chibcha, mapudungun, taíno, maya, y quechua, que hicieron también contribuciones al léxico del idioma, no sólo en sus zonas de influencia, sino en algunos casos en el léxico global.
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¿ESPAÑOL O CASTELLANO?
Polémica en torno a español o castellano
Introducción
Algunas razones de la controversia
Preferencias de usos
Esta lengua también se llama castellano...por ser el nombre de la comunidad lingüística que habló esta modalidad románica en tiempos medievales: Castilla. Existe alguna polémica en torno a la denominación del idioma; el término español es relativamente reciente y no es admitido por los muchos hablantes bilingües del Estado Español, pues entienden que español incluye los términos valenciano, gallego, catalán y vasco, idiomas a su vez de consideración oficial dentro del territorio de sus comunidades autónomas respectivas; son esos hablantes bilingües quienes proponen volver a la denominación más antigua que tuvo la lengua, castellano entendido como ‘lengua de Castilla’.
En los países hispanoamericanos se ha conservado esta denominación y no plantean dificultad especial a la hora de entender como sinónimos los términos castellano y español. En los primeros documentos tras la fundación de la Real Academia Española, sus miembros emplearon por acuerdo la denominación de lengua española.
Quien mejor ha estudiado esta espinosa cuestión ha sido Amado Alonso en un libro titulado Castellano, español, idioma nacional. Historia espiritual de tres nombres (1943). Volver a llamar a este idioma castellano representa una vuelta a los orígenes y quién sabe si no sería dar satisfacción a los autores iberoamericanos que tanto esfuerzo y estudio le dedicaron, como Andrés Bello, J. Cuervo o la argentina Mabel Manacorda de Rossetti.
Renunciar al término español plantearía la dificultad de reconocer el carácter oficial de una lengua que tan abierta ha sido para acoger en su seno influencias y tolerancias que han contribuido a su condición. Por otro lado, tanto derecho tienen los españoles a nombrar castellano a su lengua como los argentinos, venezolanos, mexicanos, o panameños de calificarla como argentina, venezolana, mexicana o panameña, por citar algunos ejemplos. Lo cual podría signifcar el primer paso para la fragmentación de un idioma, que por número de hablantes ocupa el tercer lugar entre las lenguas del mundo. En España se hablan además el catalán y el gallego, idiomas de tronco románico, y el vasco, de origen desconocido.
Como dice Menéndez Pidal "la base del idioma es el latín vulgar, propagado en España desde fines del siglo III a.C., que se impuso a las lenguas ibéricas" y al vasco, caso de no ser una de ellas.

De este substrato ibérico procede una serie de elementos léxicos autónomos conservados hasta nuestros días y que en algunos casos el latín asimiló, como: cervesia > cerveza, braca > braga, camisia > camisa, lancea > lanza.
Otros autores atribuyen a la entonación ibérica la peculiar manera de entonar y emitir el latín tardío en el norte peninsular, que sería el origen de una serie de cambios en las fronteras silábicas y en la evolución peculiar del sistema consonántico.
Otro elemento conformador del léxico en el español es el griego, puesto que en las costas mediterráneas hubo una importante colonización griega desde el siglo VII a.C.; como, por otro lado, esta lengua también influyó en el latín, voces helénicas han entrado en el español en diferentes momentos históricos. Por ejemplo, los términos huérfano, escuela, cuerda, gobernar, colpar y golpar (verbos antiguos origen del moderno golpear), púrpura (que en castellano antiguo fue pórpola y polba) proceden de épocas muy antiguas, así como los topónimos Denia, Calpe.
A partir del renacimiento siempre que se ha necesitado producir términos nuevos en español se ha empleado el inventario de las raíces griegas para crear palabras, como, por ejemplo, telemática, de reciente creación, o helicóptero.
Entre los siglos III y VI entraron los germanismos y su grueso lo hizo a través del latín por su contacto con los pueblos bárbaros muy romanizados entre los siglos III y V. Forman parte de este cuerpo léxico guerra, heraldo, robar, ganar, guiar, guisa (compárese con la raíz germánica de wais y way), guarecer y burgo, que significaba 'castillo' y después pasó a ser sinónimo de 'ciudad', tan presente en los topónimos europeos como en las tierras de Castilla, lo que explica Edimburgo, Estrasburgo y Rotemburgo junto a Burgos, Burguillo, Burguete, o burgués y burguesía, términos que entraron en la lengua tardíamente.
Hay además numerosos patronímicos y sus apellidos correspondientes de origen germánico: Ramiro, Ramírez, Rosendo, Gonzalo, Bermudo, Elvira, Alfonso. Poseían una declinación especial para los nombres de varón en -a, -anis, o -an, de donde surgen Favila, Froilán, Fernán, e incluso sacristán.
Junto a estos elementos lingüísticos también hay que tener en cuenta al vasco, idioma cuyo origen se desconoce, aunque hay varias teorías al respecto. Algunos de sus hábitos articulatorios y ciertas particularidades gramaticales ejercieron poderosa influencia en la conformación del castellano por dos motivos: el condado de Castilla se fundó en un territorio de influencia vasca, entre Cantabria y el norte de León; junto a eso, las tierras que los castellanos iban ganando a los árabes se repoblaban con vascos, que, lógicamente, llevaron sus hábitos lingüísticos y, además, ocuparon puestos preeminentes en la corte castellana hasta el siglo XIV. Del substrato vasco proceden dos fenómenos fonéticos que serán característicos del castellano.
La introducción del sufijo -rro, presente en los vocablos carro, cerro, cazurro, guijarro, pizarra, llevaba consigo un fonema extravagante y ajeno al latín y a todas las lenguas románicas, que es, sin embargo, uno de los rasgos definidores del sistema fonético español; se trata del fonema ápico-alveolar vibrante múltiple de la (r).
La otra herencia del vasco consiste en que ante la imposibilidad de pronunciar una f en posición inicial, las palabras latinas que empezaban por ese fonema lo sustituyeron en épocas tempranas por una aspiración, representada por una h en la escritura, que con el tiempo se perdió: así del latín farina > harina en castellano, pero farina en catalán, italiano y provenzal, fariña en gallego, farinha en portugués, farine en francés y faina en rumano; en vasco es irin.

La lengua árabe fue decisiva en la configuración de las lenguas de España, y el español es una de ellas, pues en la península se asienta durante ocho siglos la dominación de este pueblo. Durante tan larga estancia hubo muchos momentos de convivencia y entendimiento. Los cristianos comprendieron muy pronto que los conquistadores no sólo eran superiores desde el punto de vista militar, sino también en cultura y refinamiento.
De su organización social y política se aceptaron la función y la denominación de atalayas, alcaldes, robdas o rondas, alguaciles, almonedas, almacenes. Aprendieron a contar y medir con ceros, quilates, quintales, fanegas y arrobas; aprendieron de sus alfayates (hoy sastres), alfareros, albañiles que construían zaguanes, alcantarillas o azoteas y cultivaron albaricoques, acelgas o algarrobas que cuidaban y regaban por medio de acequias, aljibes, albuferas, norias y azadones.
Influyeron en la pronunciación de la s- inicial latina en j- como en jabón del latín 'saponem'. Añadieron el sufijo -í en la formación de los adjetivos y nombres como jabalí, marroquí, magrebí, alfonsí o carmesí. Se arabizaron numerosos topónimos como por ejemplo Zaragoza de "Caesara(u)gusta", o Baza de "Basti". No podría entenderse correctamente la evolución de la lengua y la cultura de la península sin conceder al árabe y su influencia el lugar que le corresponde.
POLÉMICA EN TORNO A ESPAÑOL O CASTELLANO
La polémica en torno a los términos "español" y "castellano" consiste en decidir si, dado el uso histórico de los dos términos, resulta más adecuado llamar a la lengua hablada en la mayor parte de América Latina y la península ibérica "español", o bien, "castellano".
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INTRODUCCIÓN
Aunque la introducción del idioma en los países conquistados fue previa a la existencia de España como Estado moderno, el Diccionario de Lengua Española de la Real Academia Española de la Lengua, da castellano y español como sinónimos. La denominación español fue predominando en la península ibérica a partir de la unificación de los reinos de España durante el reinado de Carlos I de España en el siglo XVI.

La denominación castellano es más frecuente en Sudamérica y península ibérica, mientras que en Centroamérica, México y Colombia es más frecuente el término español, si bien cuesta discernir si la respuesta es condicionada por la pregunta, pues la denominación de castellano es más frecuente en contextos de oficialidad, y el término español es más frecuente en la denominación espontánea.

En España a menudo se usa el término español al referirse a la lengua en contraposición a lenguas extranjeras, y castellano con relación a otras lenguas que también son españolas. Este es el uso que recomienda Manuel Seco en su Diccionario de dudas y dificultades del castellano. La Constitución Española de 1978, en su artículo tercero, utiliza la denominación castellano para la lengua, diferenciándola de las otras lenguas españolas:

El castellano es la lengua española oficial del Estado. (...) Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas...

Se arguye que el resto de lenguas habladas en España, como el euskera, el catalán o el gallego, también son españolas, y que los casos del alemán en Alemania y del francés en Francia surgen de una centralización lingüística con orígenes completamente diferentes a los del castellano en España.

Por el contrario, hay quienes argumentan que el término español hace referencia a la lengua oficial del Estado español, mientras que un idioma como el gallego hace referencia a la lengua propia de Galicia. El hecho de que provincias como La Coruña sean gallegas y españolas a la vez, son la base de la llamada cooficialidad de los idiomas español y gallego.

Otros autores afirman que aunque el castellano medieval se vio influido en su evolución por otras lenguas peninsulares, los cambios no fueron significativos. En base a esto se propone como denominación correcta el término castellano, pues es el idioma que surgió en Castilla y después se extendió por todo el territorio español por la supremacía política del Reino de Castilla sobre los demás reinos peninsulares. Estos autores suelen poner como ejemplo que en el Reino Unido y otros países angloparlantes el idioma se denomina inglés (y no británico), pues es originario de Inglaterra, aunque éste caso no es enteramente extrapolable a nuestra lengua pues el término castellano no encuentra eco en otras lenguas como sí lo halla el inglés (y ente caso el término español).

Después que España perdiera sus últimas colonias americanas, algunos intelectuales americanos siguieron empleando el término "América Española", en las primeras décadas del siglo XX. Aunque esto causó rechazo en algunos sectores sociales, todos los países de habla castellana denominan oficialmente española a su lengua , como lo evidencian sus afiliaciones a la Asociación de Academias de la Lengua Española.
ALGUNAS RAZONES DE LA CONTROVERSIA
La controversia trasciende el debate méramente académico o de adecuación terminológica, ya que con cierta frecuencia el debate se ha mezclado con intencionalidades políticas de dos tipos:

Dentro de España, ciertos sectores nacionalistas y/o regionalistas han preferido el término castellano por entender que todas las lenguas de España son autóctonas de un cierto territorio que es subparte del territorio español. Sin embargo, en los últimos tiempos puede percibirse también una tendencia a utilizar el término español por parte de estos sectores, para reforzar la idea de que los territorios como Cataluña o Euskadi no forman parte de España. En contraposición, el españolismo, defiende mayoritariamente el término español para señalar la preeminencia o naturalidad de describir a la lengua como forma predominante de comunicación en España.
En tiempos de la dictadura de Primo de Rivera se produce un apropiamiento del término español al mismo tiempo que se fijan cánones de corrección basados en el uso castellano (y concretamente burgalés) para evitar la centrifugación patente en las hablas periféricas (bable, andaluz, panocho...). Más tarde durante la dictadura de Franco se reforzará la identificación del español con la indisolubilidad de la patria.
En América latina, se ha llegado a considerar que el uso del término español era una forma de subordinación cultural a España.
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PREFERENCIAS DE USO - Las academias de la lengua
Las Academias de la Lengua de los países en los que el término castellano es usado corrientemente (como Chile, o Argentina) han adoptado la denominación de idioma español. Para estas academias, que fijan el vocabulario oficial de su país, el término es de origen filológico y no tiene connotaciones políticas. Por ejemplo, según la Academia Argentina de Letras:

En el uso general las denominaciones «castellano» y «español» son equivalentes. No obstante, es preferible, en razón de una más adecuada precisión terminológica, reservar el tradicional nombre de «castellano» para referirse al dialecto de Castilla anterior a la unificación, y llamar «español» -como internacionalmente se hace- a la lengua que desde entonces lleva en sí, junto al viejo tronco, los múltiples aportes que otros pueblos de España y de América han dado al «castellano»

Por su parte la Asociación de Academias de la Lengua Española mediante su publicación, el Diccionario panhispánico de dudasha dicho:

Para designar la lengua común de España y de muchas naciones de América, y que también se habla como propia en otras partes del mundo, son válidos los términos castellano y español. La polémica sobre cuál de estas denominaciones resulta más apropiada está hoy superada.
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HISTORIA

La historia del idioma castellano comienza con el latín vulgar del Imperio Romano. Específicamente tiene su origen en el latín vulgar presente en la zona central del norte de Hispania. Tras la caída del Imperio Romano en el siglo V la influencia del latín culto en la gente común fue disminuyendo paulatinamente. El latín hablado de entonces fue el fermento de las variedades romances hispánicas, entre ellas el castellano, origen a su vez (al menos en la proporción mayor), de las variedades que constituyen la lengua española. En el siglo VIII, la invasión musulmana de la Península Ibérica hace que se formen dos zonas bien diferenciadas. En Al-Ándalus, se hablarán los dialectos romances englobados con el término mozárabe, además de las lenguas de la minoría alóctona (árabe y bereber). Mientras, en la zona en que se forman los reinos cristianos, desde pocos años después del inicio de la dominación musulmana, comenzará una evolución divergente, en la que surgen varias modalidades romances; la catalana, la aragonesa, la asturiano-leonesa y la gallega, además de la castellana.

El dialecto castellano primigenio se originó en el condado medieval de Castilla (oriente de Santander y norte de Burgos), con influencias vascas e idioma germánico-visigodo. Se extendió al sur de la península gracias a la Reconquista. En el siglo XV, durante el proceso de unificación española de sus reinos, Antonio de Nebrija publica en Salamanca su Grammatica. Es el primer tratado de gramática de la lengua castellana, y también primero de una lengua vulgar europea. Los textos más antiguos que se conocen en castellano son las Glosas Emilianenses, escritas por monjes vascos tal y como lo demuestran las anotaciones en los márgenes, que se conservan en el Monasterio de Yuso, en San Millán de la Cogolla (Logroño), localidad considerada centro medieval de cultura.

Algunas de las características distintivas de la fonología incluyen la lenición (latín vita - castellano vida, latín lupus - castellano lobo), la diptongación en los casos fonéticamente breves de la E y la O (latín terra - castellano - tierra, latín novum - castellano nuevo), y la palatalización (latín annum - castellano año). Algunas de estas características están también presentes en otras lenguas romances.
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DIALECTOS DEL CASTELLANO
Como todas las lenguas ampliamente difundidas el español está sujeto a variaciones regionales y sociolingüísticas. No obstante a pesar de esa heterogeneidad el grado de variación no es muy grande y sólo raramente hay interrupciones de mutua ininteligibilidad, Las dificultades nacen con los criollos basados en el español de Filipinas y Colombia y con el judeo-español, la lengua hablada por las comunidades sefarditas expulsadas de España en 1492. El sefardí tiene fama de haber preservado numerosas características del siglo XV, pero tal afirmación es exagerada; es vedad que ciertas peculiaridades fonéticas, como la preservación de la /f-/ inicial es un elemento arcaico, pero esa lengua también ha evolucionado extensamente en su morfología y ha asimilado gran número de préstamos léxicos. La figura inferior muestra la distinción dialectal en México.

Entre las variedades dialectales españolas del romance tenemos el asturiano-leonés, cuyos límites no coinciden ni con los antiguo reino de León ni con la actual provincia de León. Entre algunas características que lo acercan al gallego-portugués destacan: ou < au, al- + consonante (cousa, touro, outro); se conserva f- (filo, farina); se pierde toda -n- intervocálica, como raa < rana; la l pasa a r después de consonante sorda, como praza < platea. Una variedad parecida al leonés pero que apunta al gallego-portugés es el mirandés, hablado en Miranda do Douro, en Portugal.

Otro dialecto importante es el aragonés, que en parte se funda históricamente en el antiguo reino de Aragón y Navarra, pero que recibió gran influencia del castellano. Hoy se habla en la provincia de Huesca, al pie de los Pirineos.

El extremeño, ligado históricamente con el asturiano-leonés, se habla en una región septentrional de Extremadura.

Aparte de estas lenguas que tienen personalidad propia, las hablas dialectales del castellano se pueden clasificar en dos grupos: las septentrionales y las meridionales, comprendiendo éstas al murciano, al andaluz y al canario, hablados en Murcia, Andalucía y Canarias, respectivamente.

Los dialectos septentrionales se caracterizan por ser más conservadores y abarcan las tierras castellanas y las que ocuparon los dialectos históricos del latín, como el aragonés y el asturiano-leonés. En el habla de las tierras donde nació el castellano encontramos una serie de rasgos dialectales, como el uso del leísmo (le como complemento directo: Este piso ya le vimos), laísmo y loísmo (la y lo como complemento indirecto: La dije que no viniera); pronunciación de la d final como z: Madriz; aparición de una s en la segunda persona del singular del pretérito imperfecto: vinistes; uso del infinitivo para la segunda persona del plural del imperativo: ¡Traerme algo!. Hacia el este (La Rioja, Navarra y Aragón) hay una influencia de la huella aragonesa, como el uso de pronombres precedidos de preposición: con tú, con mí; el uso del diminutivo -ico: pajarico; abundante uso de pues. Hacia el oeste (León, Zamora y Salamanca) hay huellas del leonés, como la tendencia a cerrar las vocales finales: otru; diminutivos en -ín, -ina: niñín, niñina; uso del indefinido en el vez del perfecto compuesto: hoy fui a tu casa.

Los dialectos meridionales se caracterizan por ser más evolucionados en su pronunciación y por rasgos fonéticos muy marcados. En esta región dialectal se hallan el andaluz, el extremeño, el canario y el murciano. Las principales características de estos dialectos son: confusión de r y l en posición final de sílaba o palabra: arta, cuelpo y otras se pierden, como españó; seseo (pronunciación de la z o la c ante e o i como s: sielo; ceceo (pronunciación de la s como z: zerio; pérdida de la d y de la n intervocálicas o ante r: cansao, mare; yeísmo con distintas pronunciaciones: yuvia.
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LISTA TENTATIVA DE CLASIFICACIÓN DE LOS DIALECTOS




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DIALECTOS EN ESPAÑA
dialecto castellano septentrional
dialecto andaluz
dialectos de transición entre andaluz y castellano
dialecto canario
dialecto churro
dialecto murciano

DIALECTOS EN ÁFRICA
español ceutí
español melillense
dialecto canario
español saharauí
español ecuatoguineano

DIALECTOS EN AMÉRICA

segunda-feira, 15 de março de 2010

Niños de pocas palabras:

Niños de pocas palabras:
Detectar a tiempo un trastorno del lenguaje previene secuelas

Aunque se trate de simples problemas de pronunciación o, por el contrario, de alteraciones severas, los padres siempre deben consultar a un especialista lo antes posible.

Andrea Manuschevich
Nicolás siempre fue una guagua tranquila. "Y como usaba tanto chupete, no hablaba", recuerda Beatriz, su madre. No fue hasta que él empezó a ir al jardín infantil, cuando ella notó que sus compañeros tenían un grado de lenguaje bastante más avanzado.
Cuando tenía tres años, las tías del jardín le recomendaron a Beatriz que llevara a Nicolás donde un fonoaudiólogo. Fue ahí cuando supo que su hijo tenía un trastorno mixto del lenguaje; no sólo tenía problemas para producir palabras, sino que también para comprenderlas. "Siempre lo vimos como la guagua de la casa, es nuestro hijo más chico y pensamos que tenía un carácter más callado que su hermana", cuenta Beatriz.
Papás alertas
Los trastornos del lenguaje no se detectan a simple vista. Sin embargo, los especialistas señalan que los padres pueden ir evaluando el desarrollo de sus hijos gracias a determinadas etapas comunicativas por las que éstos atraviesan desde el nacimiento.
"En los primeros tres meses es importante que el niño tenga algún tipo de respuesta a los sonidos. Por ejemplo, que abra los ojos o parpadee cuando hay un ruido fuerte", cuenta el pediatra de la Clínica Las Condes, Juan Pablo Torres.
Más tarde, entre los seis y nueve meses, se espera que las guaguas comiencen a decir sus primeras palabras, como "mamá" o "papá", además de ciertos vocablos y sonidos menos estándares que usan para expresarse. "Entre el año y el año y medio, los niños ya debieran responder a su nombre, seguir órdenes bien simples y decir entre tres y cinco palabras", agrega el médico. Y por último, al bordear los dos años, los niños ya debieran decir 50 palabras aproximadamente y combinarlas en pequeñas frases.
Si bien estos hitos del desarrollo del lenguaje sirven como una guía para los padres, estos son sólo una referencia. "Hay que ser flexibles. Que el niño al año no diga ninguna palabra no significa que tiene un retraso", explica Marcos Manríquez, pediatra y neurólogo de la Clínica Alemana.
"La preocupación debe comenzar cuando se van sumando cosas, como que un niño diga muy pocas palabras y que además no tenga buena comprensión", agrega el doctor.
En estos casos, o también cuando los niños no presentan avances en cuanto a vocabulario a medida que van creciendo, es recomendable visitar a un especialista. Así, un médico puede descartar otras alteraciones mayores, como un retraso mental, un grado de autismo o bien una sordera.
Existen distintos tipos de alteraciones relacionadas con el lenguaje. Dificultades de pronunciación y emitir menos palabras que el resto podría ser sólo un retraso simple. Pero un niño con estos problemas y además con otros de comprensión y estructuración de frases podría tener un trastorno específico del lenguaje. Y, además de todas las alteraciones anteriores, cuando no hay contacto ocular, se podría tratar de algún tipo de autismo.
Si el tratamiento es oportuno no deberían existir problemas a futuro. "Pero cuando no es así y el niño tiene una alteración más severa, pueden haber secuelas, como trastornos de aprendizaje", cuenta Iris Arredondo, fonoaudióloga del Centro Educativo Integral Aprender y Más.
De acuerdo al doctor Torres, casi el 20% de los niños que entran al jardín podría tener algún retraso en el desarrollo del lenguaje, por más simple que éste sea. Y alrededor de 6%, tiene un trastorno más severo, agrega Manríquez.
Estimular es la clave
Además de los diagnósticos de los médicos y del tratamiento de un fonoaudiólogo, el rol de los padres es fundamental en el desarrollo de sus hijos.
"Es muy importante cómo la madre le habla al niño. Más lento, variando las inflexiones tonales, los contrastes y usando palabras cortas y bien moduladas", cuenta Arredondo.
Además, juegos tan simples como mostrarle a una guagua un objeto y luego esconderlo con las manos y preguntarle: "¿Está o no está?", también sirven para desarrollar el lenguaje de los niños, al igual que pedirles que nombren cosas, hacerles preguntas y estimularles el balbuceo, entre otros.
"Lo peor que pueden hacer los papás es celebrar a los niños cuando estos pronuncian mal, en vez de corregirlos", asegura Arredondo. Concluye: "Uno siempre tiene que ser el modelo correcto".
6%
de los niños tiene un trastorno severo del lenguaje, y de ellos sólo el 1 o 2% tendrá problemas de aprendizaje en el futuro, según Marcos Manríquez, pediatra y neurólogo.
Incomprendidos
Las molestas pataletas, rabietas y llantos exagerados que suelen hacer los niños cuando algo les molesta o no consiguen lo que quieren, muchas veces pueden significar algo más que un berrinche o capricho infantil.
"Está demostrado que los niños con trastornos del lenguaje tienen más trastornos conductuales", explica el pediatra y neurólogo, Marcos Manríquez. Según el especialista esto se debe a que, en alguna medida, los niños con alteraciones del lenguaje también tienen problemas para expresar sus emociones y disgustos, por lo que las pataletas son una vía que ellos utilizan para canalizar la expresión emocional.
Por otro lado, muchas veces se dice que un niño es irritable o que tiene menos habilidades sociales que el resto porque no juega ni comparte con sus pares, o porque se relaciona de forma extraña con otras personas. Sin embargo, la causa de este problema puede ser, no necesariamente la timidez o el mal carácter, sino más bien una sordera u otros problemas de audición.

Idiomas son más fáciles para

Busin ess Week

El sonido de dos idiomas hablados regularmente durante el embarazo puede estimular a los bebés a familiarizarse rápidamente con las dos lenguas después de nacer, según un estudio dado a conocer hace dos semanas.

Investigadores de la universidad canadiense de British Columbia y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en Francia estudiaron los reflejos de succión de recién nacidos de madres monolingües anglohablantes, y de mujeres que hablaban tanto inglés como tagalo, la lengua nativa de las Filipinas.

Los investigadores explicaron que un aumento del reflejo de succión es indicador d eun interés de los recién nacidos en un estímulo particuplar, incluyendo el lenguaje hablado.

El equipo descubrió que los niños nacidos de madres monolingües mostraban un aumento del reflejo de succión cuando oían inglés, pero no ocurría lo mismo con el tagalo, mientras que los bebés nacidos de madres bilingües mostraban ese incremento independientemente de qué lengua se hablara.

Otro experimento mostró que los bebés saben cuando un hablante cambia de una lengua a otra. Esto es muy importante porque demuestra que los bebés nacidos de madres bilingües distinguen siempre qué lengua se habla.

«La preferencia por su lengua nativa de los recién nacidos de madres monolingües orienta su atención hacia esa lengua», dijeron los investigadores. «El interés de los recién nacidos bilingües los ayuda a prestar atención —y en el futuro, aprender— ambos idiomas», dijeron los científicos.

LA PALABRA DEL DÍA

Ramón Ribes, Diario de Córdoba

Hace algunos meses, estando en la cola de la oficina de Correos de Santa Rosa, pregunté al funcionario el motivo del retraso que se estaba acumulando. El buen señor me contestó que el problema era que estaba tratando de enviar un paquete a San Sebastián y que esta ciudad no aparecía en su listado. Le propuse que buscase Donosti y se pudo solucionar el problema volviendo la cola a su ritmo normal. En el listado de marras aparecía «Donosti/San Sebastián», «Iruña/Pamplona», «Gasteiz/Vitoria», «Lleida/Lérida», «A Coruña/La Coruña», etc., porque en un alarde de corrección política autonómica alguien había dado prioridad a los nombres de estas ciudades en sus respectivas lenguas vernáculas autonómicas.

Creo que la anécdota refleja lo surrealista de la situación e imagino a miles de funcionarios españoles apuntando los equivalentes en gallego, catalán y vascuence de cientos de ciudades y pueblos porque al que hizo la lista no se le ocurrió pensar que hubiera sido más operativo escribir primero su nombre en español y después su nombre en el resto de lenguas oficiales del Estado.

Vaya por delante el mayor de los respetos por el catalán, el gallego y el vascuence y mi más firme apoyo a su enseñanza y difusión en sus respectivas comunidades autónomas. Pero ese grado máximo de respeto es el que creo que debe exigirse para el español. El español no puede, bajo ningún concepto, ser un idioma perseguido en parte alguna del territorio nacional.

Uno de los elementos vertebradores de un país es tener un idioma común. Estados Unidos es un país entre otras cosas porque sus habitantes hablan el mismo idioma. Unos hipotéticos Estados Unidos de Europa son impensables por la multiplicidad de idiomas del viejo continente.



¿Por qué fuera de España se le llama a nuestra lengua «español» mientras que en nuestro país está mejor visto, sobre todo en determinadas comunidades autónomas, decir «castellano»?

Aunque la Real Academia de la Lengua los considera sinónimos, muestra preferencia por el término «español» frente al vocablo «castellano».

El «Spanish», con mayúsculas, es como se denomina en inglés a la lengua de los españoles y los hispanoamericanos. El término «Castillian», es virtualmente inexistente para referirse a nuestro idioma y cuando se utiliza ha de acompañarse de «español» —Castillian Spanish— para que se entienda referido a un idioma y no al habitante de Castilla.

Me resisto a pensar que el idioma en el que se habla en Ubrique, en Puerto del Rosario, en Melilla, en Gijón, en Calatayud o en Cieza por ejemplo sea el castellano. No hay ninguna duda de que los habitantes de las localidades antes mencionadas hablan diferentes variantes del español. El término «castellano» debería ser reservado para denominar la variante del español hablada en Castilla- León y en Castilla La Mancha.

Denominar «castellano» a una lengua, el español, de 500 millones de hablantes, en un vano intento de ponerla, dentro de nuestro territorio, en plano de igualdad con el gallego, el catalán o el vascuence es, como mínimo, una inexactitud porque no todos los españoles somos castellanos.

Utilizar traducción simultánea para las cuatro lenguas oficiales del Estado en el Senado me parece demasiado. Ver a políticos que en la cafetería del Senado suelen departir informalmente en español escuchándose el uno al otro con la ayuda de la traducción no es de recibo.

La normalización lingüística ha supuesto, entre otras cosas, una barrera de entrada en tres comunidades autónomas para el resto de ciudadanos españoles y para ciudadanos procedentes de otros países. Los profesionales españoles que no quieren que sus hijos sean educados en otra lengua distinta del español --y el inglés como segunda lengua-- no suelen aceptar ofertas en estas comunidades autónomas. Muchos profesionales extranjeros de alta cualificación al conocer que uno de los activos fundamentales de venir a trabajar a España, aprender español, está en entredicho, declinan la oferta laboral. Muchos amigos españoles y extranjeros han rechazado ofertas laborales, por lo demás, muy interesantes en Galicia, Cataluña y País Vasco fundamentalmente por la imposición de sus lenguas cooficiales en la educación de sus hijos.

Los idiomas, en definitiva, deben ser elementos integradores y, en ningún caso, suponer barreras de entrada y fuentes de conflictos entre los habitantes de un determinado territorio.

LA PALABRA DEL DÍA

LA PALABRA DEL DÍA
menú

La palabra latina minutus se formó a partir del verbo minuere 'disminuir' y significaba 'pequeño', 'menudo' y también 'disminuido' (v. minuto). En francés este vocablo fue adoptado con el mismo sentido que en español, pero en cierto momento apareció una nueva acepción que, inicialmente, denotó 'detallado' y más adelante, 'lista', 'relación'.

De esta acepción francesa surgió más tarde la expresión menu de repas, que significa 'lista de comidas', reducida por último a su forma actual menu, que al llegar al español tuvo apenas que añadir un tilde.

Menú se usó en español desde fines del siglo XIX, como en este texto del escritor Fernando Trigo, fechado en 1890:
Unos, alrededor nuestro, con el hambre sana de a bordo, se reservan para cualquier título del francés rimbombante del menú y encuéntranse sorprendidos con sesos fritos... Otros, presumiendo de avisados, llenan de una vez con el tinto macón la batería de copas.
En el diccionario de Zerollo (1895), menú fue incluido como palabra francesa equivalente a la castellana minuta, lista de manjares», pero la Academia sólo la registró en su Diccionario de 1927.


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EL LATÍN DEL DÍA

graeca fides
«fe griega» (Plauto). Confianza engañosa, porque los romanos afirmaban que los griegos no cumplían lo que pactaban.
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EL APELLIDO DEL DÍA
Almansas
Apellido procedente de la villa de Almansa, en el Reino de Murcia. Entre los numerosos solares de esta familia hay uno que se sitúa en las montañas de Burgos y del que fue señor don Juan de Almansa, personaje que se distinguió en la toma de Almería, en 1489. ARMAS: Escudo cortinado: 1o y 2o de gules y un castillo de oro; 3o, de plata y un león de gules coronado de oro. Orla de plata y ocho armiños de sable
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EFE

Miguel Delibes era miembro de la Real Academia Española (RAE) desde 1973. Ocupaba el sillón «e» minúscula y tituló su discurso de ingreso «Un mundo que agoniza». Su esposa, Ángeles de Castro, quien moriría poco después era, en palabras del propio autor, «la mejor mitad de mí mismo». Era ya un escritor de éxito. Víctor García de la Concha recordaba ayer que en los últimos años, sobre todo desde su enfermedad, no iba mucho por la Academia, pero seguía todas sus actividades puntualmente.

El pasado 10 de diciembre la Real Academia Española presentó en su sede, en Madrid, la nueva Gramática de la Lengua Española. El acto, presidido por los Reyes, con la asistencia de miembros de todas las academias de español, incluidos representantes de Filipinas y de Estados Unidos, tuvo una gran carga de emotividad. Delibes no pudo asistir, se encontraba ya muy enfermo, pero se proyectó una grabación realizada en su casa de Valladolid en la que el autor se dirigía al mundo hispanohablante en nombre de los escritores españoles.

Su discurso fue corto y sus palabras sonaron a verdad y a despedida. «Queridos amigos. Lamento no poder asistir a la presentación de la nueva Gramática, pero mi salud —no tan boyante como yo desearía— y los años me lo impiden. Sin embargo, me siento orgulloso del trabajo ímprobo de mis compañeros y de que tantos de los textos de mis obras figuren como ejemplo del habla de Castilla, la que yo aprendí de niño, la que oí más tarde, perfeccionada, de la boca desdentada de los viejos castellanos en las plazuelas de nuestros pueblos. Mi mayor deseo sería que esta Gramática fuera definitiva, que llegara al pueblo, que se fundiera con él, ya que, en definitiva, el pueblo es el verdadero dueño de la lengua».

Víctor García de la Concha, presente en el momento de la grabación, recordaba ayer que el escritor tenía la nueva Gramática abierta sobre la mesa y decía que era «extraordinaria». También tenía abierto un periódico. «¡Qué símbolo: una Gramática y un periódico!».

«La voz de Delibes en esa grabación parecía como la campana de una ermita de cualquier lugarejo castellano de esos que él quería tanto. Era una voz cascada pero cargada de emoción», afirma.

«Lo que me queda», añade García de la Concha, «es ese último retrato del último Miguel, en el que él supo compendiar de forma tan perfecta, como en un testamento, toda esa doctrina que incorporaba a su vida y a sus libros, porque, en definitiva, él fue un gran cronista de la humanidad», subrayó.

Mientras los técnicos preparaban los detalles de la grabación, Delibes le preguntó a García de la Concha por cada uno de los académicos, y con sus palabras sobre cada uno de ellos «fue haciendo una galería de retratos», explica el director de la Academia.

García de la Concha lamentaba ayer no haber llevado adelante la propuesta de Arturo Pérez-Reverte de celebrar un pleno extraordinario de la Academia en el domicilio de Delibes. «Lo propuso para estudiar algunas de esas palabras castellanas que él ha rescatado y ha hecho vivir para siempre en sus escritos». Al novelista le entusiasmó la idea, pero finalmente su salud no lo permitió.

García de la Concha no podrá acompañar hoy a Delibes en su último paseo por Valladolid. Una antigua dolencia, acentuada durante el terremoto de Chile, lo mantiene en reposo en su casa de Salamanca. Delibes y el filólogo asturiano se conocieron hace cuarenta años. «Me abrió las puertas de su casa y de su amistad», dice. Así se lo expresó el escritor en la dedicatoria que le hizo en el libro que más gustaba al propio autor, Viejas historias de Castilla la Vieja.

García de la Concha lo define como «un gran cronista de humanidad, que plasmó en su obra «la esencia de una manera de ser, de pensar y de vivir, siempre con el hombre en el centro de su obra».

La bandera de la Real Academia Española (RAE) ondea a media asta en su memoria. Delibes era el segundo académico de número más antiguo de la RAE, después de Martín de Riquer. La sesión plenaria del próximo día 18 se suspenderá en señal de duelo.